miércoles, 30 de noviembre de 2011

Remember that God is in us


November 30

Remember that God is in us when we are in the state of grace and outside of us, so to speak, when we are in a state of sin; but his angel never abandons us. He is our most sincere and faithful friend when we do not make the mistake of saddening him with our wicked conduct (GdT 205)

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Quién es verdaderamente Satanás?

 
 
¿Quién es verdaderamente Satanás?
Habla Gabriele Amorth, uno de los mayores expertos en exorcismo
TERNI, viernes 25 de noviembre de 2011 (ZENIT.org).- ¿Quién es el diablo? ¿Cuál es su verdadero nombre? ¿Cómo es de poderoso? ¿Cómo se manifiesta su obra destructora en la vida de los hombres? A estas preguntas y a otras similares respondió el padre Gabriele Amorth, el exorcista italiano más famoso, en una vídeo entrevista proyectada durante el Umbria International Film Fest, poco antes de la emisión de la película El rito, de Mikael Håfström, sobre sus propias prácticas exorcistas.
El diablo, explicó el padre Amorth es, antes que nada, un espíritu creado por Dios como ángel. Como los hombres, también los ángeles fueron sometidos a una prueba de obediencia en la que Satanás, que era el más esplendoroso entre los espíritus celestes, se rebeló.
Satanás es, por tanto, el primer diablo de la historia sagrada, además de ser el más potente de todos. Como en el paraíso, con los beatos y los ángeles, en sus distintas categorías, también en el infierno hay una jerarquía. Mientras que el Reino de Dios está gobernado por el amor, el reino de Satanás está dominado por el odio. Los demonios se odian entre ellos y su jerarquía se basa en el terror, dijo el padre Amorth.
Un día, prosiguió el exorcista, pretendía liberar a una persona poseída por un demonio que ni siquiera estaba entre los más poderosos. ¿Por qué no te vas?, le pregunté. Porque si me voy Satanás me castiga. El objetivo de la existencia de los demonios es hacer caer al hombre en el pecado y llevarlo al infierno, explicó Amorth.
¿Entonces qué es lo que empuja al hombre a esta insensata obra de autodestrucción y daño? Según el padre Amorth, el hombre se ve empujado por la curiosidad, una inclinación que puede ser positiva o negativa según los casos.
La verdadera carta vencedora del demonio, sin embargo, es estar siempre escondido y la cosa que más desea es que no se crea en su existencia. Él nos estudia a cada uno y nuestras tendencias al bien y al mal, y después suscita la tentación, aprovechándose de nuestras debilidades.
La época actual se caracteriza por el olvido parcial o total de la figura del diablo que, de esta manera, obtiene sus éxitos más importantes. Si la humanidad pierde el sentido del pecado, es casi automático que aparezca la idea de que el aborto y el divorcio sean una conquista de la civilización y no un pecado mortal, observó Amorth.
Es obvio que el diablo se esconde detrás de prácticas como el ocultismo y la magia, aprovechándose de nuestra curiosidad. Quien quiera conocer su futuro o hablar con los muertos, por ejemplo, se encuentra con el demonio sin quererlo.
El padre Amorth no descarta tampoco a Harry Potter, el ídolo literario y cinematográfico de tantos niños de todo el mundo, es, según el exorcista, testimonio de la magia, y a pesar de esto se vende incluso en librerías católicas.
Peligrosas y dudosas, para Amorth, son también las prácticas orientales aparentemente inocuas como el yoga: parece no tener propósito pero lleva al hinduismo, explicó el exorcista. Todas las religiones orientales se basan en la falsa creencia de la reencarnación.
A la pregunta de si Satanás atormenta más las almas de los ateos o de los creyentes, el padre Amorth respondió que el mundo pagano es más vulnerable al demonio que el cristiano o creyente, sin embargo es más difícil que un ateo vaya a un sacerdote.
Amorth, que contó que había exorcizado también a musulmanes e hindúes, puntualizó: Si se presentase ante mí un ateo le diría que yo actúo en nombre de Jesucristo y le recomendaría que se informase de quien es Jesucristo.
Un aspecto curioso y para nada secundario de la actividad del exorcista está ligado al nombre de los demonios. “La primera cosa que pregunto al poseído es cual es su nombre --explicó el padre Amorth--. Si me responde con el verdadero nombre, para el demonio ya es una derrota: ha sido obligado a decir la verdad, a descubrirse”.
En caso contrario, el demonio responderá cada vez con un nombre diferente. Los demonios, en realidad, como los ángeles, no tienen nombre --dijo Amorth--, pero se atribuyen apelativos incluso tontos como Isbò: este último era un demonio con un nombre estúpido pero era potentísimo, hasta el punto que fue capaz de matar a un exorcista y a un obispo.
El padre Amorth precisó que la persona poseída no está necesariamente en pecado mortal, porque Satanás puede poseer el cuerpo pero no el alma, y recordó que el demonio no actúa sólo con la posesión, también con el acoso, la obsesión y la infestación (esta última se refiere a lugares físicos).
Los maleficios ligados a prácticas ocultas (mal de ojo, vudú, macumba, etc) son casos rarísimos, dijo el exorcista.
Quien reza y se confía constantemente a Dios no debe tener miedo del demonio. Por lo demás el padre Amorth declaró que no había tenido nunca miedo del demonio en los exorcismos. A veces, precisó he tenido miedo de hacer daño físico; por ejemplo es un riesgo exorcizar a una persona enferma del corazón.
Amorth concluyó la entrevista confirmando que muchas personas, efectivamente, venden su alma al demonio, pero, añadió, con ironía, “yo he quemado muchos contratos”.
Por Luca Marcolivio
[Traducción del italiano por Carmen Álvarez]

Crece la Iglesia católica, en 34.000 fieles al día

 
 
Crece la Iglesia católica, en 34.000 fieles al día
Algunas expresiones del cristianismo se fragmentan en denominaciones
MADRID, miércoles 23 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Según el estudio anual Status of global missions, realizado en 2011, la Iglesia católica suma 1,16 millardos (millardo=mil millones) de fieles en todo el mundo y cada día 34.000 personas se suman a la misma.
Los datos del informe –difundidos por la agencia Análisis Digital– afirman que en total en el mundo hay dos millardos de personas, del total de siete millardos, a las que nunca se les explicó el mensaje del Evangelio.
Otros 2,68 millardos lo escucharon alguna vez o lo conocen en cierta medida, pero no son cristianos.
“Aunque Jesucristo fundó una sola Iglesia y poco antes de morir oraba ‘que todos sean uno’, cada vez hay más denominaciones cristianas: eran 1.600 al empezar el siglo XX, 34.000 al empezar el siglo XXI y 42.000, en el actual año 2011”, indica el estudio.
Una fragmentación creciente entre las denominadas iglesias carismáticas, de las que habría que cuestionar un mensaje que a veces se aleja del evangélico, prometiendo éxito y poder, como ya analizó Benedicto XVI, en su reciente viaje, al referirse al fenómeno en África, y como lo muestra en España la denominada Iglesia Evangélica de Filadelfia, muy popular entre la población de etnia gitana.
En Andalucía, el padre de la niña Mari Luz, asesinada en circunstancias trágicas, Juan José Cortés, primero inició un intento de entrada en política, y ahora funda su propia “iglesia” que lleva su nombre. Los protestantes carismáticos suman 612 millones en el mundo.
Los protestantes tradicionales suman 426 millones y crecen en veinte mil al día. Las Iglesias ortodoxas suman 271 millones de bautizados y aumentan en conjunto cinco mil al día.
Los anglicanos --extendidos sobre todo en África y Asia--, suman 87 millones, con tres mil más cada día.
Los que el estudio llama “cristianos en el margen” (testigos de Jehová, mormones, etc, cuyo cristianismo es cuestionado por algunas de sus afirmaciones doctrinales y sus prácticas) suman 35 millones y crecen dos mil al día.

lunes, 21 de noviembre de 2011

He is more so for the unhappy


Take comfort then, my dear lady, take comfort, because the sustaining arm of the Lord has not been shortened. Oh yes, He is the Father of all, but He is more so for the unhappy and even more so for you who are a widow, and a widowed mother (AdFP, 466)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Blessed be his holy name



November 18
God gave me my poor sister, away. Blessed be his holy name.  In this resignation and exclamation I find the strength to avoid giving way to sorrow. I exhort you, too, to resign yourselves to the divine will, and you will find, like me, relief for your sorrow (Epist. IV, p. 904).

jueves, 17 de noviembre de 2011

Mujer de sólida piedad para con Dios


Nada más repelente en una mujer; sobre todo si es esposa, que ser ligera, frívola y altanera. La esposa cristiana debe ser mujer de sólida piedad para con Dios, ángel de paz en la familia, y digna y agradable al prójimo (AP).

miércoles, 16 de noviembre de 2011

In family life have strong convictions


November 16

In family life have strong convictions, smile in the face of self-denial and in the constant sacrifice of your whole self (ASN, 43).

The principal self-denial takes place in the home (FM, 167).

lunes, 14 de noviembre de 2011

May the Lord bless you and render the family yoke less heavy for you


November 14
May the Lord bless you and render the family yoke less heavy for you. Always be good. Remember that there are difficult duties in wedlock that only divine grace can facilitate. Always be worthy of this grace and the Lord will preserve you unto the third and fourth generation (AD, 169)

viernes, 11 de noviembre de 2011

I see that all the seasons of the year can be found in your souls


November 11

I see that all the seasons of the year can be found in your souls. Sometimes you feel the winter of much sterility, distractions, restlessness and boredom; sometimes the dews of the month of May with the perfume of holy little flowers (penance); sometimes the heat of the desire to please our divine Spouse. Nothing remains but the autumn in which you don’t see much fruit, but it often happens that when the grain is threshed and the grapes crushed, there is a bigger harvest than the harvesting promised (Letters III, p. 592)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

I see that all the seasons of the year can be found in your souls



November 11

I see that all the seasons of the year can be found in your souls. Sometimes you feel the winter of much sterility, distractions, restlessness and boredom; sometimes the dews of the month of May with the perfume of holy little flowers (penance); sometimes the heat of the desire to please our divine Spouse. Nothing remains but the autumn in which you don't see much fruit, but it often happens that when the grain is threshed and the grapes crushed there is a bigger harvest than the harvesting promised (Letters III, p. 592)

lunes, 7 de noviembre de 2011

I speak to you of duties when everyone talks about rights



November 7

You too, doctors, you came to the world as I did with a mission to accomplish. Take note: I speak to you of duties when everyone talks about rights… You have the mission of curing the sick, but if you do not bring love to the bedside of the patient, I do not think the medicine will be of much use… Love cannot do without words. How can you express it if not with words that relieve the patient spiritually? Bring God to the patient. He will be worth more than any other cure (LCS, 5-V-59, p.28).

sábado, 5 de noviembre de 2011

More rectitude of intention


In all things and always, more rectitude of intention, more accurate, more timely, more generosity in the service of the Lord; and then thou shalt be as the Lord wants you to be (GB, 48)
En todas las cosas y siempre, más rectitud de intención, más exactitud, más puntualidad, más generosidad en el servicio del Señor; y entonces serás como el Señor quiere que seas (GB, 48)

viernes, 4 de noviembre de 2011

In order to aim at perfection



Nobember 4

In order to aim at perfection it is necessary to do everything possible to please God, to try to avoid even the smallest fault, and to do everything else with more generosity (FSP, 79).

jueves, 3 de noviembre de 2011

Guarda la Ley del Señor


Un día uno de sus hijos espirituales le preguntó al P. Pío: Padre ¿cómo puedo crecer en el amor? Él le respondió: Cumpliendo con exactitud y con recta intención las propias obligaciones, guardando la ley del Señor. Si haces esto con constancia y perseverancia, crecerás en el amor (LdP, 91).

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!


Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís

(Versión de León Felipe que se usa en la liturgia)

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.

Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!

Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!

Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!

¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor.
Amén.

            Ayer celebrábamos con gran alegría y una alta dosis de esperanza la solemnidad de todos los santos. Con gran alegría porque es reconocer la obra de Dios en cada una de sus creaturas. Es reconocer que Dios es fiel a lo que promete y Él nos ha dicho que cuando le veamos seremos para siempre semejantes a Él. Él es Santo, el único Santo y todas las personas somos sujetos de su santidad y por ello todos tenemos por igual la oportunidad de conocernos a nuestro Padre Dios. Él nos comparte su santidad. La santidad no sólo la reconocemos en los santos “oficiales”, es decir, en los santos que la Santa Madre Iglesia ha reconocido y nos ha puesto como modelos, sino también de todos aquellos que no son santos canonizados pero que han vivido las virtudes de su Bautismo y así han alcanzado la gracia de la santidad.

            Una alta dosis de esperanza, porque confiamos en que un día participemos y compartamos la comunión de los santos. Es decir, que por gracia y misericordia de Dios podamos nosotros también disfrutar de la plenitud de la gloria de Dios que consiste en contemplar eternamente el rostro del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y compartir con ellos la gracia de la Santidad. Esto es lo que celebrábamos ayer y anhelamos cada día en nuestro corazón.

            Después de dicha solemnidad hoy celebramos o recordamos a todos los fieles difuntos y los recordamos no como personas que están en el vacío, no como personas muertas, sino como personas en perspectiva de vida. Dios nos ha dicho que la muerte no tiene la última palabra. Él a destruido la muerte. Él fue quien resucitó el primero de todos y con su muerte y resurrección venció la muerte.

            Nuestro Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos, esta es la certeza de todos los cristianos, esta es la certeza de aquellos que se han encontrado con Jesucristo en esta vida como el Camino, la Verdad y la Vida. Ésta es la garantía de que nuestros hermanos que nos han precedido ya gozan de la visión beatífica.

            Francisco de Asís tenía bien claro que la muerte no es el final del camino, sino el inicio de la verdadera vida, por eso es necesario prepararnos cada día, momento a momento para que cuando Dios nos invite a vivir con Él estemos lo suficientemente preparado y podamos ir presurosos al encuentro del Señor.

Paz y Bien

martes, 1 de noviembre de 2011

Nosotros no miramos las cosas que se ven sino que miramos las que no se ven



1 de noviembre

Para animarnos a sufrir de buena gana las tribulaciones que la piedad divina nos ofrece, tengamos nuestra mirada fija en la patria celestial, que nos está reservada; contemplémosla, mirémosla de continuo con especial atención. Como consecuencia, apartemos la mirada de los bienes que se ven, quiero decir de los bienes terrenos, ya que la vista de estos últimos embelesa y distrae al alma y corrompe nuestros corazones; y hacen que nuestra mirada no esté del todo en la patria celestial.

Escuchemos lo que el Señor nos dice a propósito de esto por medio de su santo apóstol Pablo: «Nosotros no miramos las cosas que se ven sino que miramos las que no se ven». Y es muy justo que nosotros contemplemos los bienes celestiales, no preocupándonos de los terrenos, porque aquéllos son eternos, éstos son transitorios.

¿Qué diríamos nosotros si nos detuviéramos ante un pobre campesino, que permaneciera casi atónito contemplando un río que corre a gran velocidad? Casi seguro que nos echaríamos a reír, y tendríamos razón. ¿No es una locura detener la mirada en lo que pasa rápidamente? Esa es la situación de quien detiene su mirada en los bienes visibles. En efecto ¿qué son en realidad? ¿Son acaso diversos de un río veloz, cuyas aguas, aún antes de que hayamos puesto en ellas el ojo, ya se escapan de la vista para no dejarse ver nunca más?

Dejemos, querida mía, a quien, para desgracia suya, está privado de la fe, a quien para su desventura no sabe distinguir lo precioso de lo vil, el deseo, el amor de los bienes terrenos y sensibles; y nosotros, que por la bondad del Dios altísimo hemos sido llamados a reinar con el Esposo divino, nosotros, para quienes la verdadera luz de Dios centellea clara y lúcida ante nuestras mentes, tengamos siempre fija nuestra mirada en los esplendores de la Jerusalén celestial.

La consideración de los variados bienes que allí poseeremos sea el dulce alimento de nuestros pensamientos, y nuestra mente enamorada de aquellas delicias eternas hará surgir en nuestro corazón los más encendidos y vigorosos afectos hacia ellas.
(10 octubre de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 185)