jueves, 27 de octubre de 2011

La prensa mundial pendiente de Asís

 

La prensa mundial pendiente de Asís



Por Paul De Maeyer
ROMA, jueves 27 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- Hoy, jueves 27 de octubre, el papa Benedicto XVI llegó a Asís para la “Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo”, que el mismo Pontífice anunció por sorpresa hace casi un año, el pasado 1 de enero.
El nuevo evento --ya bautizado como “Asís III”- que sucede 25 años después del primer gran encuentro interreligioso promovido por Juan Pablo II en la ciudad de San Francisco (el 27 de octubre de 1986) y casi diez años después del que tuvo lugar, siempre en Asís, en enero de 2002, está suscitando diversas reacciones en la prensa internacional, en particular en la alemana.
Como afirma Guido Horst en la Tagespost (24 de octubre), con su gesto el papa Ratzinger quiere destacar que la iniciativa de su predecesor es “demasiado importante” para dejarla en manos de los movimientos. “Veinticinco años después de la primera cumbre en la ciudad de San Francisco, el papa Benedicto XVI quiere dejar su huella en el 'espíritu de Asís' y no dejar este deber a la Comunidad de San Egidio”, sostiene. “Lo hará --continúa el autor- al estilo de Joseph Ratzinger, más tranquilo y reflexivo que con grandes palabras”.
El encuentro es, de hecho, distinto del que se desarrolló en 1986, que según los críticos --lefebvrianos a la cabeza- fue un desliz hacia el sincretismo. Esta vez los representantes de las distintas religiones no rezarán juntos, evitando de este modo inútiles polémicas.
Otro acento que pone Benedicto XVI es la elección de invitar a Asís también a exponentes ateos o agnósticos, demostrando de este modo --así afirma Horst- “que la búsqueda de la verdad y del bien no sólo es un privilegio de las religiones, sino que pertenece a 'todos los hombres de buena voluntad'”.
Para Norbert Sommer, en la web Deutschlandradio (22 de octubre), sólo este sería el único elemento “verdaderamente digno de mención” del nuevo encuentro. Para el autor, de la idea original de Juan Pablo II no ha quedado mucho. El ataque de los lefebvrianos y de otros grupos conservadores contra el presunto “horror interreligioso” de Asís parece haber surtido efecto. Según Sommer, Asís III es una oportunidad perdida. No habrá oración en común, “sólo llamamientos a la paz”. Por esto --concluye-, Asís III “es una prueba de incapacidad, una capitulación, un evento que sirve de excusa, sin gran importancia”.
Distinta es la opinión de Johannes Schidelko, de la agencia de prensa católica KNA (19 de octubre). Como destaca el autor, casi 300 delegados de distintas confesiones cristianas y religiones, es decir casi el doble de hace 25 años, han confirmado su presencia en Asís, un dato que “oscurece” el primer encuentro histórico de 1986. Participan por ejemplo el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I. También el patriarcado de Moscú está representado por el metropolita Alejandro de Kazakstán, confirmando las buenas relaciones que existen entre Moscú y el papa Benedicto XVI.
A pesar del “arrebato” del número uno del mundo suní, el jeque Mohammed Ahmed al-Tayeb, imán de la universidad de Al-Azhar, que rechazó la invitación, el número de representantes musulmanes superó hoy el de 1986. Entre ellos hay delegados chiíes, provenientes de Irán y del Líbano.
Para Schidelko, el mundo ha cambiado desde el primer encuentro. Mientras que la Unión Soviética y el Bloque Oriental ya no existen, influyen sobre el clima interreligioso sucesos como los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, la invasión de Irak en 2003 y la llamada “Primavera Árabe”, que desde hace casi un año está sacudiendo el mundo árabe. Además han quedado sin resolver grandes problemas como el hambre en el mundo y la pobreza. Y por si no fuera suficiente, está la crisis económica y financiera...
“Motivo suficiente para Benedicto XVI para invitar a las religiones del mundo y a los agnósticos abiertos al diálogo a un nuevo encuentro por la paz”, escribe Schidelko. El objetivo es “rechazar el fanatismo y el fundamentalismo, además de promover una colaboración a favor de condiciones de vida más equitativas”.
Para John Tavis, del Catholic News Service (18 de octubre), con Asís III el papa Ratzinger confirma claramente el compromiso ecuménico e interreligioso de su predecesor, el beato Juan Pablo II. Pero al mismo tiempo, el pontífice alemán ha sabido imprimir su propia marca en el evento, dando “menos pábulo a las malinterpretaciones”. También para Tavis, la novedad más grande es la invitación dirigida a los exponentes ateos o agnósticos, un movimiento que se lee con el trasfondo de otra iniciativa vaticana, “el Atrio de los Gentiles”, la estructura de diálogo entre los creyentes y los no creyentes impulsada por el Consejo Pontificio de la Cultura.
Según Tavis, esta apuesta parece reflejar una prioridad del papa Benedicto XVI. Como recuerda el autor, durante su reciente viaje a Alemania, Joseph Ratzinger sorprendió a muchos afirmando que los agnósticos que luchan en la cuestión sobre Dios están más cerca del Reino de los Cielos que los católicos “de rutina”.
Un enfoque distinto presenta el editorial firmado por Aymeric Pourbaix para la revista Famille Chrétienne (19 de octubre). La Iglesia Católica parece ser la única institución capaz de impulsar una iniciativa como la de Asís III, aunque el cristianismo es hoy la religión más perseguida en el mundo. Esta paradoja --continúa diciendo el autor- “revela lo que es verdaderamente la paz cristiana”.
La verdadera paz --prosigue el editorial- no es “como la da el mundo” (Jn 14,27), es decir no existe sólo en la ausencia de guerra, sino que es la paz que emana de los innumerables santos celebrados el día de Todos los Santos, entre los que está también san Francisco de Asís. “La verdadera paz --concluye Pourbaix – es por tanto la santidad; no hay otro camino para los cristianos, y es el de la paz de la que el Papa se hace mensajero en Asís”.
[Traducción del italiano por Carmen Álvarez]

miércoles, 26 de octubre de 2011

Hacia Asís con María Santísima, Madre de los Creyentes



Hacia Asís con María Santísima, Madre de los Creyentes

No obstáculo al diálogo sino canal de luz y gracia para cristianos y personas de buena voluntad

Por el padre Mario Piatti icms

ROMA, miércoles 26 de octubre de 2011 (ZENIT.org)- Desde los orígenes, la Iglesia ha identificado en la figura de Juan -e l”discípulo amado”- los rasgos distintivos de todo discípulo del Señor, al que el Maestro, como último don de amor, desde la Cruz entregaba a su Madre. La mutua “encomienda” de Juan a María y del discípulo a la Madre, sellada con la Sangre de Cristo y por la solemnidad de “aquella hora” (cfr. Jn 19,25-27), ha sido considerada, a menudo, como fundamento de la auténtica devoción mariana y de la “consagración a María” (pedida por la misma Virgen en sus apariciones y, de forma explícita en Fátima).

Sin entrar en esta amplia y fascinante problemática y literatura, querría intentar, breve y sencillamente, ampliar esta perspectiva, colocándola en un horizonte universal.

Se advierte un cierto cansancio, a veces, cuando se habla de María Santísima a nuestros hermanos separados, sobre todo en el área protestante (como se sabe, por razones culturales e históricas la situación es distinta en Oriente) o en el proponerla, más allá de los confines de la catolicidad, a los “hombres de buena voluntad”, casi como si la Virgen fuese un obstáculo al diálogo “entre los principales sistemas” o una figura demasiado ligada a la esfera sentimental y, por tanto, un poco blanda, carente de consistencia teológica.

En realidad, ¿quién mejor que una madre puede ser el centro y el enlace afectivo más auténtico y profundo para todos los que siguen a Cristo el Señor?

La riquísima tradición oriental, por un lado, y la rigurosa referencia a la “sola Scriptura” por el otro, en realidad parecen confluir admirablemente en María, la theotokos, punto de unión “humanísimo” y materno de las exigencias evangélicas. La vertiente “mariana” de la Fe sólo puede consolidar los puentes de un diálogo --difícil, pero siempre fecundo y muy necesario- entre las distintas Iglesias, que en la Virgen pueden contemplar la respuesta más bella, más libre, más responsable y también más concreta al Verbo de Dios.

Su pariente Isabel exclama, llena de estupor e inspirada por el Altísimo: “¿Cómo es que la Madre de mi Señor viene a mí? (Lc 1,43)", palabras que preceden a las sucesivas proclamaciones solemnes de la Iglesia, de su maternidad divina, lo inmaculado de su alma, la asunción al Cielo; que resuenan en nuestro corazón y en el espíritu de quien, sin prejuicios, se acerca a Ella, recibiendo, con estupor, una lección de vida única, santa, inigualable.

Asociada en todo a la vida terrena del Hijo, María manifiesta, al mismo tiempo y de manera singular, la plena solidaridad con nuestra experiencia humana. Está siempre al lado de Cristo, y sobre todo en aquellos “sucesos” existenciales que marcan la vida de todo hombre: el nacimiento, la familia, la socialización, el sufrimiento, el dolor y la muerte.

Todo en Ella, está profundamente marcado por la fe en Yahvé, por la referencia a la Palabra del Altísimo y al misterio de Su Voluntad, también cuando, angustiada, no comprende (cfr. Lc 2,48-50) pero continúa confiando y guardando en su corazón todas estas cosas (Lc 2,51). También cuando todo parece, inexorablemente, concluirse en la tragedia de la Cruz. Ella acompaña, paso a paso, a su Hijo en el recorrido de su misión terrena con la fidelidad inquebrantable de quien ha puesto a Dios como fundamento de su existencia: el Stabat Mater de Juan (19,25) recoge propiamente la irrevocabilidad de su elección por Cristo, de quien es Madre pero --y quizás más- es la discípula por excelencia, extraordinaria en su humildad y fortaleza, en su incomparable dulzura y en su firmeza. Mujer de Fe, por tanto, mujer formada y plasmada por la Fe, que en Ella produce el fruto de una Caridad sin límites, imagen de la Caridad de la Iglesia. En este sentido, María habla al corazón de nuestros “hermanos separados”, con su acento típicamente materno.

Pero Ella también sabe hablar al corazón de todo hombre. Hay un lenguaje universal, hecho de amor, de comprensión, de atención y de ternura, que la Virgen encarna de un modo totalmente original. No por casualidad, el Evangelio de Juan se abre, en su colorismo mariano, con el episodio de las Bodas de Caná (Jn 2) y se cierra con la imagen dramática del Calvario: como diciendo que todo hombre puede sentirse cercano y solidario con aquella Mujer --da igual el Credo o la religión a la que pertenezca- porque con Ella comparte algo que es muy humano, la experiencia del amor (la viva atención por los esposos) y del dolor (la participación en la Pasión y en la Cruz). María está siempre allí, donde discurre la vida, donde hay “una experiencia humana”: por esto puede hablar al corazón de todo hombre.

No se trata de extender, indebida y superficialmente, las prerrogativas marianas a ámbitos que, aparentemente, no le pertenecen y no le competen, sino de reconocer un “carisma” único, expresión del “genio femenino” de María, que ha producido y produce tanto bien en la Iglesia y que puede contribuir a dialogar también con el mundo a partir de la esfera de la cotidianidad.

[Traducción del italiano por Carmen Álvarez]


lunes, 24 de octubre de 2011

México: Victoria de la vida por nacer: ¡Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo!

 
 
México: Victoria de la vida por nacer
Las idas y venidas del reconocimiento del nascituro
CIUDAD DE MÉXICO, domingo, 23 octubre 2011 (ZENIT.org).- Hace unas semanas, se produjo en México una histórica victoria de la vida por nacer que puede crear precedente en otros países. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ) declaraba válidas las reformas constitucionales de dieciocho estados mexicanos, reconociendo los derechos del nascituro.

Sobre las reformas constitucionales de los estados mexicanos a favor de la vida, declaradas válidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) hizo público un comunicado el 30 de septiembre, en el que fijaba la posición de los obispos mexicanos.

“Los ministros que votaron en contra del proyecto de resolución que invalidaba las reformas por la vida actuaron conforme a derecho –afirma el comunicado--. Revisaron el caso desde el punto de vista jurídico y encontraron necesario rechazarlo. Por tanto, hay que agradecer a estos ministros su apego a la legalidad, sin que ello implique que necesiten ser defendidos”.

“El diputado local que concede derechos al no nacido, tiene la atribución legal de hacerlo y es correcto que lo haga –añaden los obispos--. En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no existe una prohibición o impedimento para que los congresos estatales protejan el derecho a la vida. Las reformas constitucionales a favor de la vida en 18 estados son legítimas desde el punto de vista legal y fueron aprobadas según las facultades con las que cuentan las legislaturas locales”.

“No es cierto –dicen los obispos- que reconocerle derecho al no nacido invalide o atropelle los derechos de los demás. Es falso que vulnera los derechos de las mujeres, pues se trata del derecho de un tercero, no el suyo. Además, las reformas constitucionales mantienen las excusas absolutorias, dado que esto es materia de la legislación secundaria. En los casos donde se reformó el código penal junto con la reforma constitucional se permitió la permutación de la pena corporal por un tratamiento médico integral, evitando así la victimización de la mujer que, tras un aborto, enfrenta ya un gran problema psicológico, físico y moral, de por sí”.

“Los argumentos que permitieron que la Corte validara las reformas en los estados no están basados en ideologías, en religión o concepción moral. Es un tema de derechos humanos y su salvaguarda para todos los seres humanos, independientemente de su etapa de desarrollo. El precisar en las Constituciones locales que el derecho a la vida inicia en el momento de la concepción, constituye una reforma que amplía el ámbito de protección de las personas y ha sido aprobado por legisladores locales del PRI, PAN, PRD, Nueva Alianza, PVEM, PT, etc”, añade.

“Por estas razones de peso jurídico, la Corte refrenda y confirma la calidad de las reformas constitucionales a favor de la vida que fueron aprobadas en 18 entidades federativas, donde legisladores locales hicieron uso de las facultades que la ley les otorga. De esta manera, los congresos locales respondieron a una concepción acerca de la vida humana, compartida por amplios sectores o grupos sociales en cada una de esas entidades federativas, que ven, en el no nacido, el ser más indefenso y, por tanto, merecedor de la total protección –subraya--. Representar las causas ciudadanas es sin duda una función fundamental de nuestros representantes populares”.

“Es falso –concluye- que las reformas por la vida criminalizan a la mujer. En todo caso, toda la legislación penal mexicana federal y en cada estado, incluido el Distrito Federal, explícitamente cataloga el aborto como un delito, antes y después de estas reformas por la vida. La Corte Suprema de México no alcanzó la mayoría legal de votos para derribar las reformas constitucionales que blindaron la vida ante el aborto en México. Con cuatro votos en contra, el proyecto abortista del juez Fernando Franco fue descartado en una histórica jornada para la defensa de la vida en el país”.

El mensaje de los obispos se felicitaba así por un proceso que conoció idas y venidas entre abortistas y defensores de la vida humana en cualquier estadio de su gestación.

El 28 de septiembre, tercer día del debate sobre el proyecto del juez Franco, la SCJN escuchó la decisiva opinión del juez Jorge Pardo quien manifestó su oposición a la iniciativa antivida y sumó el cuarto voto en contra. El proyecto necesitaba ocho de once votos para imponer un aborto sin restricciones en todo el país.

Entre los días 26 y 29 de septiembre de 2011, la SCJN juzgó dos acciones de inconstitucionalidad que exigían que el poder judicial invalidase las constituciones de los estados mexicanos que defienden el derecho a la vida desde la concepción.

Para que la sentencia fuera válida, se necesitaban los votos de ocho de los once ministros. Se sabía que por lo menos siete votarían a favor del aborto y otros dos, Sergio Aguirre Anguiano y Guillermo Ortíz Mayagoitia, votarían a favor de la vida.

Se sabía que la mayoría de los ministros estaban a favor del proyecto del ponente, según el cual en México no existe derecho a la vida antes del nacimiento y, aunque existiese, no sería absoluto y el derecho a la vida del niño por nacer, en cualquier época del embarazo, no podría violar la dignidad y los derechos reproductivos de las mujeres.

El 26 de septiembre, el ministro Sergio Aguirre Anguiano se posicionó a favor de la vida, conforme a lo esperado. El 27 de septiembre, se posicionaron a favor de la vida Guillermo Ortíz Mayagoitia y Margarita Luna Ramos. El 28 de septiembre, se posicionó a favor de la vida Jorge Pardo Rebolledo, con lo que quedaba declarada la constitucionalidad de la defensa de la vida en México.

Si no fuese por la claridad con que Anguiano, Mayagoitia, Ramos y Rebolledo defendieron la constitucionalidad del derecho a la vida, este país habría reconocido, en septiembre pasado, que sólo existe derecho a la vida después del nacimiento. En este caso, el aborto quedaría legalizado de hecho en México, en los nueves meses del embarazo, lo que sería un precedente que podría extenderse a toda América Latina.

La historia es larga. En 2007, el Distrito Federal legalizó el aborto hasta los tres meses de embarazo, a pesar de que en México la mayoría del pueblo es contraria al aborto.

Grupos a favor de la vida emprendieron dos acciones en la Suprema Corte de Justicia, pidiendo que el tribunal declarase la inconstitucionalidad de la ley (Acción de Inconstitucionalidad (146/2007 y 147/2007). En 2008, la Suprema Corte juzgó las acciones y consideró la legalización del aborto en el Distrito Federal válida y constitucional.

La decisión final decía que: “La legalización del aborto no contraría el derecho a la vida, pues éste se vincula únicamente con la persona que ha nacido”.

Hacía además las siguientes discutibles afirmaciones: “El vocablo ‘persona’ se distingue de los de ‘ser humano’ u ‘hombre’, que implican una realidad biológica y que no son objeto de derecho. Para que una persona pueda ser sujeto de derechos y obligaciones, se requiere la ‘capacidad jurídica’, y ésta se adquiere con el nacimiento y se pierde con la muerte”.

“Suponer que desde la concepción el ser humano tiene la calidad de persona implicaría suprimir los efectos jurídicos del nacimiento, que es el hecho que otorga la calidad de persona”.

“Consecuentemente, los proponentes de la acción de inconstitucionalidad parten de una falacia, a saber, que el derecho a la vida, reconocido y protegido constitucional y legalmente, tiene como destinatario a todo ser humano”.

“El ‘nasciturus’ no es titular del derecho a la vida, lo que se corrobora si se atiende al hecho de que en la mayoría de las legislaciones se establece una sanción penal más elevada para el infanticidio o el homicidio, que para el aborto”.

“El artículo 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, si bien establece la necesidad de la protección del niño ‘tanto antes como después del nacimiento’, no dispone que el ‘nasciturus’ sea un niño y, por tanto, titular de los derechos consagrados en dicho instrumento, pues conforme al propio numeral’… se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad…’, y tomando en cuenta que la edad comienza con el nacimiento, es claro que se utiliza un concepto amplio de ser humano que sólo comprende al nacido”.

En respuesta a la decisión de la Suprema Corte, entre 2008 y 2011, dieciocho de los treinta y un estados mexicanos, siguiendo la posición mayoritaria de sus ciudadanos, enmendaron sus propias constituciones para reconocer el derecho a la vida desde la concepción.

Los estados mexicanos que enmendaron sus constituciones y reconocieron el derecho a la vida desde la concepción fueron los Estados de Baja California, San Luis Potosí, Chihuahua, Sonora, Morelos, Colima, Puebla, Jalisco, Durango, Nayarit, Quintana Roo, Campeche, Guanajuato, Yucatán, Querétaro, Oaxaca, Chiapas y Tamaulipas.

Todos ellos reconocieron el derecho a la vida desde la concepción, basándose en que, en 2008, la Suprema Corte de Justicia de México decidió que la decisión de legislar o no sobre el aborto, tanto en un sentido o en otro, era una atribución soberana de los legisladores locales.

Sin embargo, el proyecto de sentencia presentado luego decía en contra de lo anterior que si la Constitución Mexicana no reconoce la personalidad jurídica sino después del nacimiento y, por tanto, si no había derecho a la vida para los nascituros, los estados mexicanos no podrían legislar en sentido contrario, vulnerando la dignidad y los derechos fundamentales de las mujeres, éstos sí, reconocidos por la Constitución. Por tanto, según el ministro ponente, las constituciones estatales que reconocen el derecho a la vida desde la concepción deberían ser declaradas inválidas.

El texto del proyecto presentado por Fernando Franco repetía los argumentos que propiciaron la aprobación del aborto en el Distrito Federal. Decía entre otras cosas:

“La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos no establece que los no nacidos sean personas, individuos o sujetos jurídicos o normativos y sólo los reconoce como bienes jurídicamente protegidos, por más que califiquen como pertenecientes a la especie humana”.

“La Constitución reconoce derechos fundamentales para la persona jurídica, es decir, para el individuo que ha nacido, y, por lo tanto, si el ámbito personal de validez de las normas constitucionales se refiere a los nacidos, ya no puede entenderse referido a la vida prenatal”.

“La propia norma suprema también hace referencia al nacimiento, destacadamente en el artículo 30, el precepto que establece los supuestos en que se debe considerar que una persona tiene nacionalidad mexicana. La norma indica que el hecho generador de ese estatus es, precisamente, el nacimiento; no la fecundación o concepción. La calidad de 'mexicano', de acuerdo con la propia Constitución general, conlleva determinadas consecuencias jurídicas, derechos y obligaciones, que sólo son aplicables a los sujetos nacidos, porque los no nacidos aún no tienen ese carácter.

“Por otro lado, la postura consistente en que se es sujeto de derecho a partir del nacimiento se refuerza al tomar en cuenta el contenido del artículo 7 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la cual México es parte. Ese precepto dice que 'el niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de los posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos'”.

“El artículo robustece la noción de que estatus de 'persona', para efectos jurídicos, se contrae desde el momento del nacimiento, pues es hasta entonces que el niño tiene derecho a ser inscrito en un registro, a un nombre, a daquirir una nacionalidad y a conocer a sus padres y ser cuidado por ellos. Es a partir del nacimiento que adquiere ese carácter un 'niño' o 'niña' para todos los efectos legales, con las excepciones que establece la legislación civil, mismas que están, en todo caso, sujetas a la condición necesaria y absoluta del nacimiento para su eficacia”.

“Por lo tanto, a partir de una interpretación de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos o de los tratados internacionales que interesan al caso, no se puede concluir que el producto de la concepción o fecundación, independientemente de la etapa gestacional en que se encuentre, se deba considerar como persona jurídica o individuo, para efectos de ser sujeto de los derechos constitucionales o de tener capacidad jurídica”.

“A mayor abundamiento, debe decirse que este tribunal constitucional se pronunció también en el sentido de que el derecho a la vida no es absoluto, y así, en cualquier caso, el bien constitucionalmente protegido relativo a la vida prenatal no podría tener una prevalencia absoluta e ilimitada en relación con otros bienes y derechos constitucionalmente protegidos al calificar como persona humana en sentido normativo al producto de la concepción en etapa prenatal, en detrimento de los derechos de las personas nacidas”.

“Por lo tanto, si las normas generales impugnadas, incluso cuando pretendan proteger la vida prenatal, violan la dignidad y los derechos fundamentales de las mujeres, en especial de las que no desean procrear, entonces esa condición sería suficiente para no ser válidas constitucionalmente”.

En el mismo día en el que se inició el juicio de inconstitucionalidad del artículo 7º de la Constitución de Baja California, el lunes día 26 de septiembre de 2011, el presidente de México, Felipe Calderón, pidió al Senado de la República eliminar la declaración interpretativa sobre la protección a la vida desde el momento de la concepción.

En un comunicado emitido por la Presidencia de la República, Calderón afirmaba que, una vez que los tratados internacionales de derechos humanos firmados por el país tienen el mismo nivel de protección que los contenidos en la propia Constitución, la Presidencia piensa que ya no tendría sentido mantener la Declaración Interpretativa.

El comunicado sostenía también que, al retirarse la reserva mencionada, México no contraería nuevos compromisos además de los ya contraídos al adherir al Pacto de San José. El comunicado consideraba, además, que con la misma lógica jurídica de la Declaración Interpretativa, la expresión “en general”, contenida en el Pacto, ya permite que las leyes penales y civiles puedan preservar en concreto algunos agravantes, atenuantes o excluyentes de responsabilidad con relación al crimen de aborto, o sea, que no se alteraría el orden jurídico existente en México en materia de aborto.

La iniciativa del presidente fue de modo general bien acogida por la población mexicana, mayoritariamente contraria al aborto, así como lo es en general en toda América Latina, pero fue duramente criticada por la prensa.

Los periódicos mexicanos criticaban el presidente Calderón, afirmando que, si fuese eliminada tal declaración, México “estaría obligado a asumir la defensa de la vida desde el momento de la concepción”, aunque se pudiesen admitir algunas excepciones en casos especiales, porque, según la Constitución Mexicana, los tratados internacionales de derechos humanos se equiparan al nivel constitucional.

Entre los tratados internacionales firmados por México está el Pacto de San José de Costa Rica, que afirma, en sus artículos 1, 3 y 4: Artículo 1-§2. “Para efectos de esta convención, persona es todo ser humano”; Artículo 3º. “Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica”; Artículo 4º. “Toda persona tiene el derecho de que se respete su vida. Ese derecho debe ser protegido por la ley y, en general, desde el momento de la concepción”.


Por Nieves San Martín

viernes, 21 de octubre de 2011

El modo ordinario de mi oración es éste.


21 de octubre

El modo ordinario de mi oración es éste. Apenas me pongo a orar, enseguida siento que el alma comienza a recogerse en una paz y en una tranquilidad que no se puede expresar con palabras. Los sentidos quedan en suspenso, a excepción del oído, que algunas veces permanece activo; pero de ordinario no me molesta; y debo confesar que, aunque a mi alrededor se hiciera muchísimo ruido, no por eso me molesta en lo más mínimo.

De esto deducirá que son pocas las ocasiones en las que consigo discurrir con el entendimiento.

Y me sucede con frecuencia que, en momentos en los que el continuo pensamiento de Dios, siempre presente en mí, se aleja un poco de la mente, siento entonces que el Señor, de cuando en cuando, me golpea en el centro de mi alma de un modo tan penetrante y suave que, casi siempre, no puedo menos de llorar de dolor por mi infidelidad y por la ternura de tener un padre tan bueno y tan atento para volverme a llamar a su presencia. 

(1 de noviembre de 1913, al P. Benedicto de San Marco in Lamis – Ep. I, p. 420)

miércoles, 19 de octubre de 2011

Always be happily at peace with you are in the service of an infinitely good Father


October 19

Always be happily at peace with you are in the service of an infinitely good Father; who comes down to his creature out of sheer goodness,  to raise and transform him in Him his Creator. And dispel sadness, because this enters in the hearts of those who are attached to the things of this world (ASN, 42).

lunes, 17 de octubre de 2011

Jesús is suffering within you, with you, and for you


October 17

As regards the spiritual trials to which the paternal goodness of the heavenly Father is subjecting you, I beg you to be resigned and if possible tranquil on the assurances of he who takes the place of God, and who speaks to you in his name; who loves you in Him and who desires every blessing for you. You are suffering, it is true, but with resignation. You are suffering, but do not fear, because God is with you and you don’t offend Him, but you love Him. You are suffering, but believe, also, that Jesús is suffering within you, with you, and for you (Letters III, p. 622).

viernes, 14 de octubre de 2011

Those souls who throw themselves into the whirlpool of worldly preoccupations are poor and unfortunate



October, 14

Those souls who throw themselves into the whirlpool of worldly preoccupations are poor and unfortunate. The more they love the world, the more their passions multiply; the more their desires are lit, the more they find themselves incapable of carrying out their projects, and thus they are uneasy, impatient, affected by that shock that breaks their hearts; those hearts which do not beat pray for these unfortunate and miserable souls, that Jesús may forgive them and draw them to Himself in his infinite mercy. (Letters III, p. 1105).

jueves, 13 de octubre de 2011

Las sagradas lecturas sean tus alhajas y tus joyas



13 de octubre

Es increíble el valor que daba san Jerónimo a la lectura de los libros santos. A Salvina le recomienda que tenga siempre a mano libros devotos, porque éstos son un fuerte escudo para rechazar todos los pensamientos malvados con los que es atacada la edad juvenil. A san Paulino le inculca lo mismo: «Siempre - dice él - esté en tus manos el libro sagrado que dé alimento a tu espíritu con la lectura devota». A la viuda Furia le insinúa que lea con frecuencia las sagradas escrituras y los libros de aquellos doctores, cuya doctrina es santa y sana, para que no tenga que cansarse al elegir, entre el lodo de los falsos documentos, el oro de las santas y sanas enseñanzas. A Demetria le escribe así: «Ama la lectura de las sagradas escrituras si quieres ser amada por la sabiduría divina, si quieres ser custodiada y poseída por ella. Antes, te embellecías de diversos modos - agrega aquí enseguida el santo doctor -, llevabas alhajas en el pecho, gargantillas en el cuello, joyas preciosas en las orejas. En el futuro las sagradas lecturas sean tus alhajas y tus joyas, con las que adornes tu espíritu con pensamientos santos y con afectos devotos».
 (28 de julio de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 138

miércoles, 12 de octubre de 2011

to lift up your spirit and love God.


October 12

Don’t  tire yourself with things that cause anxieties, perturbation and worries. Only one thing is necessary, to lift up your spirit and love God (CE, 10).

lunes, 10 de octubre de 2011

Confide totally, more and more, in Jesús.


October 10
Be tranquil as far as your soul is concerned. Confide totally, more and more, in Jesús.  Make an effort to unite yourself always and in everything to the divine will, both in happy and sad events, and don’t worry about the future (Letters III, p. 459).

miércoles, 5 de octubre de 2011

Drive away



Drive away, once and for all, every perplexity and anxiety, and enjoy in peace, the most sweet pains of the Beloved (Letters III, p. 440) P. Pío.