jueves, 13 de octubre de 2011

Las sagradas lecturas sean tus alhajas y tus joyas



13 de octubre

Es increíble el valor que daba san Jerónimo a la lectura de los libros santos. A Salvina le recomienda que tenga siempre a mano libros devotos, porque éstos son un fuerte escudo para rechazar todos los pensamientos malvados con los que es atacada la edad juvenil. A san Paulino le inculca lo mismo: «Siempre - dice él - esté en tus manos el libro sagrado que dé alimento a tu espíritu con la lectura devota». A la viuda Furia le insinúa que lea con frecuencia las sagradas escrituras y los libros de aquellos doctores, cuya doctrina es santa y sana, para que no tenga que cansarse al elegir, entre el lodo de los falsos documentos, el oro de las santas y sanas enseñanzas. A Demetria le escribe así: «Ama la lectura de las sagradas escrituras si quieres ser amada por la sabiduría divina, si quieres ser custodiada y poseída por ella. Antes, te embellecías de diversos modos - agrega aquí enseguida el santo doctor -, llevabas alhajas en el pecho, gargantillas en el cuello, joyas preciosas en las orejas. En el futuro las sagradas lecturas sean tus alhajas y tus joyas, con las que adornes tu espíritu con pensamientos santos y con afectos devotos».
 (28 de julio de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 138

No hay comentarios:

Publicar un comentario